Sobre la "Fuga de Cerebros"


Un colega colgó en Facebook un enlace a un blog de Sonicando sobre la Fuga de Cerebros. Estando bastante de acuerdo con lo que dice, me parece que deja un matiz que no me gusta, y que encima se refuerza en algunos de los comentarios que salen al pie.

Así que, a riesgo de ser un abuelo Cebolleta, no puedo resistirme a colgar mi respuesta. Y como es larga, en vez de dejarla como comentario de Facebook (que, con suerte, leerían 10 amigos míos) la voy a dejar aquí (donde, con suerte, la leerán dos o tres!)

Saludos...




Estoy de acuerdo en casi todo. Bueno, es que es de verdad casi todo, tanto que me da rabia tener que matizar lo que no estoy, pero allá va. Resumen muy breve: Irse una temporada es definitivamente bueno.

Aprendes cosas nuevas, ves mundo, creas lazos, te fogueas, trabajas con un grupo que no es el tuyo, accedes a otras instalaciones, ves otras formas de trabajar, otros sistemas que comparar con el español… casi todo son ventajas.

Ya no se trata de aquéllo de que en España no se puede investigar, o que no hay grupos punteros. Incluso aunque los haya, yo mantengo que irse es una sanísima costumbre. Vamos, que no me parece bien el comentario que acabo de leer de “primero, no verse obligado a hacer el postdoc al extranjero”.

Evidentemente lo que hay que procurar es que el que se va luego no vea que otros que han decidido quedarse han taponado todas las posibles vías hacia un trabajo decente, como ha ocurrido a lo largo de muchos años. O, peor aún, que no hay ninguna vía hacia ningún trabajo decente, como parece que va a ocurrir ahora durante unos cuantos años.

La “fuga de cerebros” que ahora me preocupa a mí no es la de los recién doctorados que tienen que irse. Al menos en mi área, eso lo llevamos haciendo (casi) todos desde hace 20 años. Bastantes se quedaron fuera, bastantes volvimos, de esos bastantes incluso conseguimos encontrar un trabajo bueno al volver (no pongo sólo “decente”, porque yo no creo que me pueda quejar de mi trabajo)–y en buena parte gracias al famoso programa RyC que, como un colega me dijo hace 10 años, “manda narices que tuvo que ser un invento del PP” (con el que ni él ni yo simpatizábamos precisamente).

Pero es que ahora hay “cerebros” que son tres o cuatro años más jóvenes que yo, que ya tienen 35-40 tacos, a los que se les va a cerrar la puerta en las narices. Y esos me preocupan más, porque desde el punto de vista humano, desde el científico, desde el económico, desde cualquiera, representan un error del sistema mucho peor que el de los recién doctorados. Para mandar a éstos al extranjero (o a trabajar en cualquier otra cosa) sí que no se me ocurre excusa ninguna.

Y luego hay un corolario… si tratamos así a éstos, podemos estar seguros de que en los próximos 10-15 años (no sé, hasta que ésto se olvide?) nadie querrá venir a España atraído por la posibilidad de un futuro laboral científico en condiciones normales. Ahora que estábamos consiguiendo aquéllo de ser un polo de atracción para científicos (no muchísimos, pero algunos alemanes, holandeses o franceses, y bastantes italianos o sudamericanos se iban apuntando) pues lo vamos a hundir…

Vamos, que para estar casi de acuerdo ya me he enrrollado demasiado, verdad? Un saludo, y buena suerte con todo. Sea donde sea, y a ser posible, en España.

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